Eran familias nómadas que recorrían la geografía aragonesa y española, cargados de niños y sobreviviendo como podían dedicándose a lo que sabían hacer.

Recuerdo que, en los años 60 venían, muchas veces , el Chato y la Martina. Eran gente seria. arreglaban pucheros, calderos , paraguas y otros objetos. También hacían algún capazo, espuerta o roscadero y así lograban, a duras penas, mantenerse.
Alguna vez veíamos venir, por la carretera de Ejea, una caravana tirada por mulas. Eran los gitanos que venían con más frecuencia y se solían quedar largas temporadas. Se dedicaban a la cestería. Tenían cuatro o cinco hijos y se alojaban en la cochera de Pepe El Tendero, frente al actual Casino, sin agua ni luz y al calor de una hoguera en el suelo.

Eran verdaderos artesanos del mimbre y de la caña que daban un buen servicio a los agricultores de entonces, necesitados de utensilios para la vendimia y otras tareas del campo.
Casi nunca se les reconocía realmente su valor como un eslabón en la sociedad rural de entonces, pero formaron parte de la historia y de la actividad económica de este pueblo y de otros muchos.
Me recuerdan a Melquíades, que acudía a Macondo , a menudo, con sus raros artilugios e inventos que sacaban de quicio a Úrsula.
No podíais faltar en este blog.
José Arcadio.
Yo también recuerdo a los gitanos que rondaban por los barrios de Zaragoza. Venían a las horas de las comidas y hacían su espectáculo musical, por lo general tocaban la trompeta y el tambor, les acompañaba una cabra, la cual al son de la música trepaba por una especie de pequeño andamio en forma piramidal acabada en una plataforma diminuta. El publico se asomaba a las ventanas y balcones para contemplar la actuación y al terminar el acto se les arrojaba alguna moneda, comida o ropa.
ResponderEliminarEn la arboleda, al lado del paso Zaragoza, y cerca de la "rueda", se asentaban con sus tartanas. Sus condiciones de vida eran muy precarias. Se les ayudaba con ropas y algún alimento. No siempre fue fácil la convivencia con las gentes de los pueblos que recorrían.
ResponderEliminarTambien nos acordamos de Pedro y Dolores, que eran hijos de Martina y el Chato.Estos últimos aun rondan por Ejea
ResponderEliminarTambien algunos de nosotros hemos jugado con Julian y Antonia.
ResponderEliminarLeyendo este articulo,recuerdo una anécdota que nos paso con la Antonieta, pasábamos por la cochera y les llamábamos para ir al colegio ella iba sin zapatos,Doña Angelita le compro unas botas,al día siguiente ya no las llevaba le preguntamos porque y nos dijo que le dolían los pies.Ellos eran y vivían así.
ResponderEliminarESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarSolicito mi transicion paranormal del trapecista porque soy el avatar del gitano y tambien soy el rey gitano universal.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.