Siguió la tradición agrícola de su padre, a la que dedicó toda su vida.
Os preguntaréis porqué saco aquí a relucir a este personaje erlano. Fue un buen agricultor pero, por encima de todo, fue un hombre con una cultura impresionante, fruto de su esfuerzo personal a lo largo de toda su vida.

Acumuló una importante biblioteca personal y numerosos escritos propios que, por desgracia, se perdieron, pero quedan en la memoria de la familia, transmitida de generación en generación.
Tampoco queda ninguna imagen de este ilustrado del siglo XIX que podamos exponer en esta página.
Sólo puedo mostraros la casa donde vivió y que, hoy, sus descendientes la han convertido, con gran esfuerzo, en casa de turismo rural.
Es la casa Don Babil, a pesar de que todos la hemos conocido como Casa Mabil ( deformación lingüística que ha llegado hasta hoy desde las últimas generaciones).
Ojalá pudiera contaros más cosas de este personaje que, seguro, fue, en Erla, un vecino querido y admirado por su afán por el conocimiento y la cultura, pero no quedan apenas referencias. Sólo queda el recuerdo de la familia que no quiere perder parte de sus raíces con la memoria de este erlano ilustre.
José Arcadio
Gracias por acercarnos la figura de este ilustre erlano cuya historia, personalmente, desconocía.
ResponderEliminarMuy interesante apartado dedicado a don Babil, y a la casa en la que vivió. ¿Cuántas sorpresas agradables de antepasados de Erla desconocemos?.
ResponderEliminar¡Cuánta riqueza perdida!.
Gracias Macondo.
Una "curiosidad" ..... desvelada y un nuevo personaje para añadir a la historia de Erla.
ResponderEliminarLa casa de Don Babil esta en la calle Abadia.
ResponderEliminarLa casa de Lorenzo Tarragüel y Valeriana Guallar era su casa. Enfrente estaba el corral ,que ahora es casa de Pedro Tarragüel. La casa que conocemos la construyó su nieto Felipe Bandres.
Enhorabuena.Magnifico esfuerzo de muchos erlanos y erlanas por conservar las raices,los recuerdos y la llama y el orgullo de ser erlanos vivos.
ResponderEliminarHabeis conseguido que el ordenador y los blogs sean las modernas cadieras alrededor del hogar,
Javier Millás
Saber, conocer los orígenes. Ayudar a transmitirlos... Recuerdos de la transmisión oral, que sin alardes realizaron nuestros mayores.
ResponderEliminarEspero con "impaciencia", una nueva entrada ilustrativa y tan generosa.