sábado, 31 de diciembre de 2011

JULIÁN

Anoche, en el Plegadero de Erla (a veces el invierno es tan extraño), revolaba
 una mariposa de tres colores(Juan Ramón Jiménez, muerte de Platero).

Ha muerto Julián, mi amigo el filósofo. También era el cura del pueblo.
He recreado, durante todo el día (alguna lágrima he limpiado de mis mejillas), los
 inmensos recuerdos que de él tengo.

Disfrutábamos, como si fuésemos,  él maestro y yo alumno de bachillerato, de
conversaciones profundas sobre la metafísica y la ética de Spinoza, dudanto
ambos de la existencia de Dios, sobre el monismo que nos daba la razón a ambos.
San Agustín, Santo Tomás, Kant, Descartes y Sócrates eran temas frecuentes en
 nuestras tertulias que nunca olvidaré.

Hombre progresista y buen amigo, descansa en paz ahora que has aclarado tus
dudas y estás en el universo formando parte de todo, enriqueciendo con tu mente
prodigiosa esa energía inagotable que es Dios.

Siento que no te has ido del todo, que estás ahí. Todavía estás en mi mente.

José Arcadio (31-12-2011)



martes, 20 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

Felices Fiestas a todos los visitantes de  Macondo.
                  José Arcadio

martes, 13 de diciembre de 2011

CIRILO







Nexo entre las precarias pasarelas de moda de la época y el pueblo, Cirilo
 recorrió miles de kilómetros visitando villas y pueblos de la comarca, entre
 ellos, Erla.



Confeccionó ajuares de novias, vistió trabajadores del campo, inundó de
camisetas, calzoncillos, bragas y pantalones cada casa.



Él conocía a cada mujer y todas las mujeres de este pueblo lo conocían y
esperaban el día en que, sobretodo en primavera y verano, recorría las calles con
sus paquetes y fardos de ropa debajo del brazo.



Aquellas amas de casa no necesitaban de la tarjeta de compra de El Corte Inglés
 para comprar a plazos sin tener que firmar letras o recibos. No había, para
Cirilo, archivos de morosos.



Dejaba la furgoneta encima del Plegadero para, desde ahí, recorrer calle a calle,
 casa a casa, todos los rincones de Erla.



Monos de mecánico, vaqueros, americanas, batas y calcetines cubrían las
necesidades de todos los vecinos sin tener que moverse de casa.



Durante muchos años, Cirilo fue, en Erla, un personaje querido y entrañable. Era
 un hombre honrado y trabajador que supo ganarse la confianza de todos y
 cumplió una función fundamental en aquellos años de tantas carencias



No he podido conseguir ninguna foto de este personaje entrañable, pero en mi
 recuerdo está la imagen y la silueta de un hombre que , sin ser erlano, forma
 parte de la historia de este pueblo.