Este verano, como en otras ocasiones, estuve en Erla. A pesar de la pandemia, la actividad social ha sido relativamente importante, echando de menos algunos eventos como las fiestas de Santa Ana y la Semana cultural, así como el senderismo a Monlora.
Durante mi estancia, una persona muy vinculada con Erla,por sus orígenes y estancias prolongadas, me sugirió publicar un monográfico relativo a la ermita de la Vírgen de la Corona de erla, aportándome un artículo publicado en la revista Suessetania en los años ochenta. Esta persona, aunque la conocéis todos, me pidió expresamente que no constara su nombre ni los de sus colaboradores en la publicación.
Transcribo íntegramente el mencionado artículo al final de esta entrada, pero antes, aprovecho para introducir a los lectores de este blog, principalmente a los que no conocen mucho la villa de Erla, en lo que es hoy, su historia y su patrimonio.
Antes
de nada, quiero señalar que esta publicación sólo pretende ser una
pequeña guía para dar a conocer las costumbres, el patrimonio y la
cultura de este rincón de la geografía aragonesa que se llama Erla.
En
cuanto a la Historia, ofrezco un recorrido por los siglos, dentro del
contexto geográfico donde se encuentra la villa y plasmando los
escasos episodios exclusivos que han permanecido en la memoria.
La
villa de Erla se encuentra situada en la zona oriental de la comarca
de las Cinco Villas, en la provincia de Zaragoza. A 15 Km de Ejea de
los Caballeros, 60 de Zaragoza capital y 60 de Huesca, es un cruce de
caminos desde tiempos inmemoriales.
Su
altitud media sobre el nivel del mar es de 425 metros. Tiene una
extensión de 19,1 Km cuadrados y 421 habitantes.
Atraviesa
su término municipal el río Arba de Biel, que forma un meandro
alrededor de la población. También cruza su término
la acequia de Sora, del canal de Bárdenas y el barranco de La
Varluenga.
Río Arba de Biel
Limita,
al norte, con Luna; al este, con Sierra de Luna y, al oeste, con Ejea
de los Caballeros, a cuyo Partido Judicial pertenece.
Cuenta
con consultorio médico todos los días laborables, botiquín de
farmacia, una panadería, un comercio de ultramarinos, una
gasolinera y una entidad bancaria. También existen tres negocios de
hostelería.
Dispone
de una importante biblioteca pública en el Ayuntamiento, Casa de
Cultura con sala de cine, pabellón polivalente, parque y piscinas
municipales y escuelas.
El
origen de su topónimo, Erla, no está nada claro, aunque existen
varias teorías más o menos fiables.
Se
ha difundido que procede de Perla de Aragón, pero es una conjetura
que no tiene fundamentos históricos fiables. En su escudo aparece
una perla, pero, al parecer, se añadió este elemento cuando se
confeccionó dicho escudo en el último cuarto del siglo XX,
basándose en argumentos difíciles de corroborar.
Erla desde la Corona
En
el Repertorio
de Caminos de Villuga
(1546) aparece con el nombre de Elxa,
También
existe la opinión de que podría haber derivado de la palabra erula,
diminutivo latino que significaría pequeña
era.
De
todas formas, como he dicho anteriormente, no existe una explicación
fiable para concretar el origen de la palabra Erla como nombre de
este pueblo, aunque sí existe como nombre propio de mujer y como
topónimo en otras culturas, sobretodo la germánica.
Lo
que sí está claro es que su gentilicio es erlano
y
define tanto a cuantos hemos nacido aquí como a los que residimos
en esta peculiar y preciosa villa que se llama Erla.
En
cuanto a la actividad económica, podemos decir que Erla es un pueblo
agrícola y ganadero.
Hasta
los años setenta, la agricultura era casi exclusivamente de secano,
con cultivos de cereal, principalmente trigo y cebada. A partir de la
ampliación del Canal de Bárdenas, el campo en Erla ha ido
evolucionando a un tipo de cultivo más eficiente, gracias a las
nivelaciones y transformación en regadío de una buena parte de la
tierra.
La
adaptación del agricultor a las nuevas tecnologías en cuanto a
maquinaria, herramientas y sistemas de riego ha hecho disminuir la
mano de obra y aumentar la producción.
Actualmente
se compatibilizan los cultivos tradicionales de cereal con los
herbáceos, principalmente la alfalfa, con el maíz e incluso, el
arroz.
La
ganadería también ha sufrido una importante transformación. La
ganadería ovina, que era un complemento fundamental para la mayoría
de los agricultores, ha mermado considerablemente, limitándose, en
la actualidad, a dos o tres ganaderos.
Como
alternativa, se ha desarrollado enormemente la ganadería porcina,
proliferando
numerosas granjas, sobretodo de engorde.
Granja de ganado porcino en Erla
Se
han creado cooperativas agrícolas, como la Cooperativa San Gregorio,
que engloba a la mayor parte de agricultores y propietarios.
Desde
hace unos años, funciona una deshidratadora que transforma y
comercializa la mayor parte de los cultivos herbáceos.
Recientemente
se construyó un polígono industrial con varias instalaciones. La
más importante, una fábrica de componentes de automoción, fracasó
y cerró en poco más de un año. En el mismo lugar, se ha instalado la empresa Forestalia, con una importante plantilla que se dedica a la fabricación de pellet.
Actualmente,
permanecen en funcionamiento en el polígono, un taller de forja y
maquinaria agrícola, una fábrica de embutidos y un Bar Restaurante,
que, al menos, dan empleo a propietarios y familiares, todos ellos
residentes en Erla.
Una
buena parte de la población activa depende de tener que desplazarse
a otras poblaciones, como Ejea de los Caballeros o Zaragoza capital,
para trabajar.
No
obstante, la porción principal de los habitantes la constituyen
personas jubiladas.
El
ocio merece ocupar algunas páginas de este libro. Aparte de la
rutina diaria del bar y la partida de cartas, existen momentos
durante el año que nos pueden dar una imagen bastante real del
carácter de los habitantes de Erla. Son las fiestas patronales.
El
20 de enero, se celebra San Sebastián. Antiguamente, la fiesta se
limitaba a las hogueras de la noche anterior y a asistir a la misa en
honor del patrón. Actualmente, se siguen encendiendo las hogueras,
en cuyas ascuas se asan, después, productos de la tierra, como
chorizos y longanizas, panceta y alguna chuleta de ternasco. Pero,
durante varios días, se celebra una semana
cultural que
consta de actos culturales y lúdicos para todas las edades.
Normalmente, el sábado, la Comisión de Fiestas, organiza una cena
popular para todo el pueblo y , posteriormente, una sesión de
baile.
Hoguera de San Sebastián
Las
fiestas mayores son en honor a San Gregorio, el nueve de mayo.
Abarcan cuatro o cinco días, en torno a esta fecha, en los que Erla
es una fiesta total de noche y de día. La víspera, al mediodía,
los cohetes y el volteo de campanas anuncian el comienzo de varios
días de actividad lúdica. No faltan dianas floreadas, acompañadas
de charanga, que nos despiertan cada mañana. Actividades infantiles,
juveniles, comidas populares, misas baturras, procesiones, desfiles
de carrozas, concursos de disfraces, majorettes campeonatos de juegos
de cartas, sesiones de vaquillas, revistas de humor, etc. Todo ello,
con el protagonismo de las Reinas.
Fiestas de San Gregorio
En
el Casino, disfrutamos de cafés concierto y sesiones de baile con
las mejores orquestas.
El
día de San Gregorio es, también, el día de la Flor. Todo el pueblo
acude, elegantemente vestido, algunos con trajes regionales, a la
Misa Baturra en honor del santo y lucen un clavel en la solapa
después de colaborar en una cuestación en beneficio de la
Parroquia.
El
último día, culminan las fiestas con una traca.
Es
de justicia decir que la Comisión de Fiestas, que organiza estas y
las demás fiestas patronales, realiza un enorme esfuerzo, sin el
cual no tendrían la calidad de la que podemos presumir. La comisión
cambia cada año y su labor es totalmente voluntaria y desinteresada.
Los cabezudos
El
26 de julio, se celebra la festividad de Santa Ana. En torno a esa
fecha, se celebran las fiestas de verano y otra semana
cultural.
En
estas fiestas, se disfruta de todo tipo de actos más propios de los
días veraniegos en los que el pueblo está lleno de niños, jóvenes
y adultos.
Hay
otra celebración, el uno de enero, que es el día de los
Quintos.
Son los jóvenes, hombres o mujeres, que cumplen veinte años durante
el año.
El
nombre procede de cuando, en épocas lejanas, los mozos tenían que
ir al servicio militar con esa edad.
Hoy,
la fiesta es más austera que antes, por el descenso de la población,
pero, aún así, se engalanan las calles principales con arcos de
hiedra.
El
patrimonio artístico:
La
Iglesia de Santa María la Mayor, de planta románica incorpora
elementos del gótico primitivo. Comenzó a construirse en el S.
XIII. En el s. XVI se adosaron las capillas laterales que completan
el conjunto.
Su
nave abovedada en cañón apuntado termina en el ábside poligonal
con bóveda de crucería. Este presenta al exterior contrafuertes,
una ventana apuntada y un óculo con decoración geométrica.. La
bóveda de la nave se refuerza por tres arcos fajones que descansan
sobre semicolumnas adosadas al muro. La portada se abre en el lateral
norte, de arquivoltas apuntadas con bastante abocinamiento y fino
baquetonado, quizás posterior a la iglesia que se estima de la
segunda mitad del s. XIII, por la ausencia de decoración románica.
Al
muro de los pies se encuentra adosada la Torre de los López de
Gurrea, que describiremos a continuación.
Iglesta de Santa María la Mayor
En
su interior podemos admirar dos retablos góticos de gran belleza. El
retablo de la Vírgen de la Corona (s.XV), obra de Tomás Giner y
Arnau de Castellnou, consta de trece tablas. De la obras de Tomás
Giner, quizás el más importante de la pintura gótica aragonesa, es
uno de los pocos retablos que se conserva íntegro, con todas sus
tablas.
Retablo de la Anunciación
El
segundo retablo(S. XVI)está dedicado a San Juan Bautista y consta de
dos partes realizadas en épocas diferentes. El banco de retablo,
atribuído a Martín García entre 1510 y 1515. El cuerpo del retablo
se atribuye a Tomás Giner, entre 1465 y 1480.
La
Torre del Señorío, declarada Bien de Interés Cultural (BOA 21 de
noviembre de 2001) , de titularidad municipal, fue construída en el
s. XV por los López de Gurrea. Se encuentra situada entre
medianerías, adosada, por un lado, a la iglesia parroquial y, por el
otro, a un edificio de viviendas.
Torre del Señorío. Esalera de caracol
El
edificio consta de dos plantas, con dos crujías en cada una. En el
piso inferior se abre un paso que, originariamente, era uno de los
accesos a la ciudad. En el segundo piso se sitúa la sala principal,
cubierta con dos bóvedas de crucería separadas por un arco fajón
apuntado. En el volumen se integra también la torre campanario de la
iglesia.
Las
fachadas están construídas íntegramente con sillares de piedra
arenisca. Por el lado que daba al exterior de la ciudad presenta un
remate almenado. Destacan, por su singularidad, las ventanas
germinadas con parteluz y tracerías góticas que se abren al este
desde la planta noble.
Este
tipo de edificación es el prototipo de las edificaciones con la
doble función de alojamiento de los nobles y defensa de la
población.
Torre del Señorío
La
torre formaba parte del sistema defensivo y enlazaba con el recinto
fortificado que rodeaba la ciudad.
En
un lateral del arco interior se puede apreciar el relieve de una Vara
Jaquesa, que servía para comprobar la exactitud de las medidas en
los mercadillos medievales que se celebraban en el entorno de la
torre.
El
Castillo de Erla, o Castillo de Los Luna se encuentra incluído
en la relación de Zonas Arqueológicas de la Orden de 17 de abril de
2006 del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, por la que se
aprueba la relación de castillos y su localización, considerados
bienes de interés cultural en virtud de lo dispuesto en la
disposición adicional segunda de la ley 3/1999 de 10 de marzo, del
Patrimonio Cultural Aragonés.
Restos del castillo de Erla
El
castillo de los Luna está ubicado en un tozal en lo alto del pueblo,
junto a la ermita de la Virgen de la Corona. Se trata de un conjunto
fortificado con forma pentagonal, cuyo eje mayor mide cuarenta
metros. Se conserva la base de algunos de sus muros, así como los
restos de tres torreones de planta rectangular, de los cuales uno
conserva una bóveda de cañón apuntado.
Probablemente
ya existía cuando Sancho Ramírez repobló la comarca.
La
Ermita de la Virgen de la Corona se encuentra en el cerro del
mismo nombre que domina la villa.
De
planta y ábside románicos y construcción en gótico primitivo o de
transición, consta de una sola nave rectangular. Data de principios
del s. XIII.
La
fachada, situada en el lado occidental, es muy simple y responde a un
esquema francés de puerta abocinada contres arcos de medio punto que
descansan en pilastras. La puerta, flanqueada por dos pequeñas
ventanas. La fachada está rematada por una espadaña con campanario
construida durante su restauración en la segunda mitad del s. XX.
En
el interior destaca el ábside decorado con pinturas al fresco
datadas hacia el s. XV y que fueron, probablemente retocadas en el s.
XVIII. La conservación de las pinturas es deficiente, aunque
originariamente debían cubrir la totalidad del ábside,
representando un Cristo Pantócrator y los Cuatro Evangelistas.
Ermita de la Vírgen de La Corona
El
Castillo de Paules, de titularidad privada, es una construcción de
carácter residencial y defensivo. Data del s. XII, aunque fue
restaurado totalmente entre finales del s. XIX y 1926.
Las
primeras referencias históricas lo sitúan en la época de Sancho
Ramírez. En el s. XVI pertenecía a Los Condes de Luna.
Posteriormente
pasó a ser propiedad de una familia, junto con la finca que lo rodea
y el caserío.
Castillo de Paules
Cuando
finalizó la restauración en 1926, la familia de Ena había
introducido significativos cambios, tanto en la estructura como en la
decoración y el interior con respecto a la construcción original.
Se
encuentra en bastante buen estado de conservación.
Castillo de Santía
El
Castillo de Santía, se encuentra hoy en un deplorable estado de
conservación, a pesar de haberse mantenido íntegro hasta el primer
tercio del siglo XX.
Originalmente
constaba de un gran torreón flanqueado por un pequeño caserío.
Su
antigüedad es similar a la del castillo de Paules.
Ambos
castillos sirvieron, en la edad media, como torres de comunicación
de carácter militar, formando parte de la defensa estratégica de la
frontera entre los reinos de Aragón y Navarra.
LAS
ASOCIACIONES
Asociación
de Mujeres La Corona.
Asociación
de la Tercera Edad Torre del Señorío.
Coral
Tenor Aramburo.
Rondalla
Perla de Aragón.
La Asociación de Mujeres La Corona nació en 1998, gracias a la
iniciativa de un grupo de mujeres comprometidas con el papel de la
mujer en el medio rural.
Hoy
cuenta con cerca de trescientas asociadas y realiza una labor
imprescindible en la vida cultural de Erla durante todo el año.
Entre
los eventos que realizan está la celebración del día de Santa
Águeda, su fiesta anual en la que comparten comida, baile, rifas,
regalos, chocolate y un sinfín de actividades.
Cuando
llega la Navidad, año tras año preparan con esmero y con meses de
esfuerzo su función para entretener a niños y mayores.
Función de Navidad 2009
Suelen
ser funciones en tono de humor en las que las mujeres participan
de principio a fín, elaborando guiones, decorados, iluminación,
etc. También son ellas las que interpretan, contando entre sus
socias con excelentes actrices-
En
los últimos años, durante el verano y en años alternos han
organizado Mercados medievales de gran calidad y que atraen un gran
número de visitantes al pueblo.
Mercado Medieval
Preparan
sus propios trajes, estandartes, bailes y espectáculos medievales,
puestos de venta , talleres temáticos, etc., que devuelven a Erla,
durante unas horas, a la Edad media.
También
comparten su actividad cultural con otras asociaciones de mujeres de
otras localidades, realizando exposiciones de artesanía, bolillos,
trajes de novia, etc.
La
Asociación de la Tercera Edad "Torre del Señorío" agrupa
a la mayor parte de las personas mayores en torno a su sede, que se
encontraba, hasta hace poco, en un local anexo a la Casa de Cultura.
Entre las actividades que desarrollan podemos destacar las
excursiones, comidas de hermandad y el día a día en dicho local,
con juegos y tertulias. El día de San Sebastián de 2012 se inauguró
un nuevo local, mucho más amplio y confortable, que, además de ser
lugar de reunión de la tercera edad, alberga espacios para el resto
de asociaciones.
Coral
Tenor Aramburo de Erla
La
Coral "Tenor Aramburo" nació con la idea de formar en Erla
un grupo aficionado a la música coral que pudiera amenizar, con sus
actuaciones, actos civiles y religiosos, además de representar al
municipio en multitud de encuentros con otras corales de Aragón y de
otras regiones de España.
Es
frecuente que actúe en bodas celebradas dentro y fuera del municipio
y en misas cantadas en fechas señaladas.
La
Rondalla "Perla de Aragón", muy valorada dentro y fuera
del pueblo, cuenta con una larga experiencia y con una trayectoria
brillante dentro y fuera de la región aragonesa. Interpreta
canciones populares y, sobretodo, jotas y música tradicional.
Amenizan
numerosos actos durante las fiestas patronales, destacando la Misa
Baturra, de gran belleza.
La
rondalla, además de instrumentistas y joteros, cuenta con un grupo
de baile.
HISTORIA
DE ERLA
Vista parcial de Erla
Para
entender la historia de esta villa, debemos partir de la base de que
no se han realizado demasiados estudios concretos de la trayectoria
de Erla a través de los siglos. Es muy probable que ya existieran
asentamientos humanos en esta población en la Edad de Bronce, pero,
debido a su pequeña entidad y a la escasez de estudios al respecto,
no se dispone de información fiable hasta bien entrada la Edad
Media,
especialmente
hasta el siglo XI.
También
hay que tener en cuenta que, incluso a partir de esta época, el
nombre de Erla ha estado ligado durante siglos a la vecina villa de
Luna, de quien dependía a nivel de hegemonía por razones de
señorío, herencia o poder religioso.
Las
diferentes invasiones, luchas, guerras entre reinos, etc. han hecho
que esta ubicación haya sido, durante siglos, cruce de caminos y
frontera de unos y otros bandos, tanto de la zona cristiana, como la
musulmana en la reconquista. También ha sido frontera en las
frecuentes divisiones administrativas de los reinos de Navarra y
Aragón. A nivel eclesiástico, también ha sido frontera de diversas
diócesis como Pamplona, Jaca o Zaragoza.
Es
por esto que voy a intentar narrar la trayectoria de esta población
dentro de un contexto geográfico más amplio, compartiendo la
información de entidades más importantes, como Luna, Ejea y. en
general, lo que hoy es la Comarca de las Cinco Villas.
1,.
BAJO EL DOMINIO DE ROMA.
A
finales del s. III A.C, una vez que los ejércitos romanos han
conseguido los últimos reductos cartagineses, comienza la tarea de
ocupar los territorios interiores de la península. El sistema
utilizado, casi siempre por la fuerza, era ir asentando población de
colonos traídos de otras partes del imperio que tomaban el control
de ciudades, creaban vías de comunicación y divisiones
administrativas que ayudaban al control de lo conquistado..
Aragón en la primera fase de ocupación romana
Es
así como, en los primeros siglos de dominación romana aparecen
núcleos de población como Caesaraugusta,
Bílbilis, Celsa, Osca, Turiaso, Bursao,
etc. Centrándonos en nuestra comarca, aparece Segia
(Ejea)
que,
por cercanía es el referente más próximo y bajo cuya influencia
nos tenemos que posicionar. Vemos en el mapa de la época que la zona
donde se encuentra lo que hoy es Erla es territorio donde existe una
acusada implantación rural.
Conociendo
la organización del sistema administrativo romano, podemos deducir
que nuestra población dependía a todos los niveles de la influencia
de Segia
como
primer eslabón en el escalafón de de las jerarquías
administrativas romanas.
2.-
LA ÉPOCA VISIGODA.
Para
que nos centremos cronológicamente, nos situamos entre los años
409 y 711.
Esta
época se caracterizó por la constante inestabilidad política,
administrativa y militar. Zaragoza, como nudo principal en las
comunicaciones de entrada hacia el interior de la península era
víctima de continuos ataques e intentos de usurpación.
Por
supuesto, la comarca de Cinco Villas y Egessa
(Ejea)
se encontraban en la encrucijada de los caminos desde Francia a
Zaragoza y de Zaragoza a Pamplona.
Zaragoza
fue, en este período, la plaza fuerte del poder eclesiástico para
combatir las continuas tentativas de invasión de los diferentes
pueblos bárbaros, con lo que Ejea y, en general, todas las Cinco
Villas sufrieron las consecuencias por ser enclaves de paso.
De
esta época podemos encontrar en nuestra comarca restos arqueológicos
paleocristianos, de carácter funerario, como los de Castiliscar Y
Miana
-LA
CONQUISTA MUSULMANA
La
invasión musulmana comenzó en el año 711. En la primavera del
714, Zaragoza cayó bajo la dominación árabe y, en los años
siguientes, Ejea y sus alrededores.
Siglo
IX en la Marca Superior de alAndalus es el siglo de los Banu Qasž.
Son éstos una familia de muladíes descendientes de un conde Casias
que gobernaba la tierras de Ejea en los tiempos de la conquista
musulmana y, en esos primeros tiempos del Islam hispano, se convirtió
haciéndose mawla de los omeyas. La primera aparición importante en
la escena política de esta familia tiene lugar a fines del siglo
VIII, en la persona de Musa ibn Fortún, defendiendo la causa del
emir Hisam I ante la rebelión yemení. Pero también estos clientes,
en cuanto se hicieron fuertes, cayeron en lo que ya parecía ser una
constante de la Marca Superior, la tendencia a la autonomía local y
al poder familiar, para lo que se aliaron con los cristianos
pamploneses Iñigo Arista, con quienes tenían lazos familiares.
4.-EDAD
MEDIA CRISTIANA
A
la muerte de Sancho el Mayor (1035) el solar aragonés se repartió
entre tres de sus hijos: a García Sánchez III de Pamplona le
correspondió el extremo occidental con los valles de Escá, Aragón
y Onsella, más las fuentes del río Arba de Luesia y Biel; a Ramiro
I, el antiguo condado de Aragón y la región de Serrablo (el
Distrito Rural del Gállego), que no había sido afectada por las
incursiones de Almanzor (999) y Abd alMalik (1006); y a Gonzalo el
condado de Sobrarbe, ampliado con la anexión de la ribera del Cinca,
y el condado de Ribagorza.
Ramiro
I consiguió estabilizar el reino de Aragón y ampliar notablemente
sus dominios: en 1043 se anexionó la zona pamplonesa de las fuentes
del río Arba con los castillos de Agüero, Murillo, Biel, Luesia,
Uncastillo y Sos; el año siguiente, por muerte del rey Gonzalo, se
unió a Aragón el efímero reino de Sobrarbe-Ribagorza (1035-1044);
y, a costa también del reino de Pamplona, incorporó en 1054 a sus
dominios los valles de Escá, Aragón y Onsella.
Con
el reinado de Sancho Ramírez ya podemos empezar a incluir Erla en
los mapas de Historia.
Erla
estuvo bajo el reinado de este monarca desde 1064 a 1094.
Probablenente en esta época se construyera el Castillo de Erla.
Conquistas
de Sancho Ramírez y pedro I.
Durante
los dos primeros tercios de siglo, período fundamentalmente
defensivo ante el Islam, la organización militar se basaba en una
línea de castillos y torres fortificadas que se extendían por la
frontera meridional del Reino. Las fortalezas que habían servido
para ascgurar el dominio musulmán en las montañas y para contener
los ataques navarros y aragoneses, fueron reutilizadas por Ramiro I
(1035-1063) para crear un sistema defensivo y ofensivo basado en el
control de los ríos, pasos naturales hacia las comarcas
prepirenaicas y pirenaicas. Así, el río Aragón estaba flanqueado
por los castillos de Sangüesa, Ruesta, Larflés, Atarés y Castiello
de Jaca; las fortalezas de Petilla, Sos, Uncastillo, Luesia y Biel
custodiaban las riberas del Arba; en el Gállego se encontraban las
plazas de Senegüé, Ara, Javierrelatre, Cacabiello, Agüero, Murillo
y Loarre; las defensas del Cinca estaban situadas en Boltaña,
Samitier, Abizanda y Monclús y, las del Esera, en Troncedo y
Perarrúa.
Este
sistema sería completado por Sancho Ramírez (1063-1094) al lograr
apoderarse de las últimas fortalezas que los musulmanes mantenían
en las montañas. Levantó, además, castillos y torres en la recién
ocupada tierra nueva frente a los principales centros de la Marca
Superior (Montearagón frente a Huesca, Pueyo en Barbastro, El
Castellar al lado de Zaragoza, Arguedas en Tudela y Almenar frente a
Lérida), y fortificó las tierras llanas de las Cinco Villas y el
Gállego, logrando que los musulmanes de Ejea, Tauste y Pradilla
comprasen la paz mediante el pago de parias. Entre las fortalezas
defensivas construídas en esta época podemos destacas el Castillo
de Erla.
Encontramos
datos de la población ya en época de Sancho Ramírez ya que fue uno
de las lugares que repobló, entregando su iglesia al Monasterio de
San Juan de la Peña en 1092.
Posteriormente fue señorío
de los Condes Luna cuya fortaleza estaba amurallada conservando
actualmente algunos testigos de dicho amurallamiento. A este señorío
le siguieron otros como el de la familia López de Gurrea.
El
carácter de plaza fuerte que ostentó durante todo el medievo
todavía se ve reflejado en su casco urbano, pudiendo apreciar una
clara separación entre la parte antigua y la moderna a través de un
arco que pudo pertenecer a la muralla que protegió al núcleo
poblacional durante gran parte de la Edad Media.
En
el s.XII se construyeron los castillos de Paules y de Santía, que
servían, junto con el de Erla y otros, para la defensa de la ribera
del Arba de Biel.
En
el s. XIII se construyó la iglesia de La Corona, junto al castillo.
poco después,se construyó la Iglesia de Santa María la Mayor.
Todas
estas construcciones demuestran el carácter de plaza fuerte que
ostentó Erla durante este período, así como su potencial económico
y demográfico.
Erla
fue como Luna villa enfranquecida por la monarquía: en 1383 el rey
Pedro IV concedió privilegios a sus habitantes, que serán
confirmados en 1430.
Durante
el señorío de los López de Gurrea se construyó la Torre del
Señorío.
Durante
toda la edad Media, convivieron en Aragón, junto con las culturas
musulmana y cristiana, las juderías, presentes en todo el territorio
Las Juderías rn Aragón
La
columna vertebral de las grandes comunidades judías aragonesas se
suele concentrar en una o dos decenas de aljamas. A fines del siglo
XIII se registran: Zaragoza, Huesca, Calatayud, Daroca, Teruel,
Barbastro, Jaca, Luna, Ruesta, Ejea, Tauste, Borja, Tarazona, Alagón,
Montclús y Uncastillo; mientras que a principios del siglo XV el
tejido aljamial lo conforman: Zaragoza, Calatayud, Daroca, Tarazona,
Alagón, Ejea, Uncastillo, Sos, Ruesta, Monzón, Huesca, Jaca, Fraga,
Montclús, Teruel, Alcañiz, Albarracín, Montalbán, Borja,
Magullón, Tauste y La Almunia. A ellos, y en el transcurso de la
Edad Media habrían de añadir otras aljamas de menores dimensiones.
Como
se puede observar en el mapa, tambien hubo presencia judía en Erla,
aunque no tan importante como en Luna o Ejea.
Después
de este período de esplendor que reflejan sus joyas arquitectónicas,
debo decir que el período comprendido entre los siglos XVI al XVIII
vuelve a ser oscuro en cuanto a información fiable de la historia de
Erla.
En
el s. XIX, durante las guerras Carlistas, Erla fue escenario de
algunos enfrentamientos debido a su situación estratégica y de
paso.
Expedición Real en la II Guerra Carlista
5.-EL
SIGLO XX
A
la hora de narrar la historia y la vida del s. XX en Erla, quiero
empezar por decir que uno de los episodios más importantes y, a la
vez, vergonzosos fue la Guerra Civil. En nuestro pueblo tuvo un
carácter especialmente cruel.
a)
Economía y demografía.
El
primer tercio del s. XX fue para Erla un período de crecimiento y
expansión.
A
mediados del XIX, la población de paules que, hasta entonces,
figuraba como entidad de población propia, pasó a engrosar el censo
oficial de Erla, con lo que se acercaba a los 1000 habitantes.
La
cifra de vecinos fue creciendo hasta 1940, llegando a superar los
1150.
El
crecimiento demográfico fue paralelo al crecimiento en la producción
agrícola y ganadera. Se crearon regadíos a ambos lados del río
Arba de Biel. Proliferaron los rebaños de ganado ovino.
Los
años 50 y 60 fueron de estabilidad demográfica, entre los 1000 y
1100 habitantes. A partir de los 60 la población fue descendiendo
significativamente hasta quedarse, en los 80, en menos de 500
habitantes.
El
motivo de este descenso no fue otro que de la emigración. La
maquinaria agrícola había evolucionado mucho y la mano de obra
sufrió un diezmo considerable.
La
economía de Erla durante la primera mitad del s. XX se benefició
de la desamortización de las tierras propiedad del clero que se
había producido en el siglo anterior. La mayor parte de estas
tierras propiedad de la Iglesia, pasaron a manos de familias del
pueblo, con lo que la contratación de mano de obra se hizo
imprescindible.
La
distribución de las tierras de cultivo era muy desigual. La familia
propietaria de la finca de Paules cultivaba una buena parte del
campo cultivable dentro del término municipal de Erla, llegando a
emplear, en el primer tercio de siglo a unos 80 jornaleros.
Las
demás familias de agricultores , cultivaban tierras del término
de Erla y del de Luna, mucho más extenso.
La
viabilidad de estas familias de agricultores se sustentó de la mano
de obra barata que predominó hasta los años 60 y 70, marcados por
la emigración masiva de la población más humilde a las zonas
industriales.
El
destino de la emigración fue sobretodo la capital, Zaragoza, pero
también hubo un éxodo importante de familias hacia Cataluña.
La
comarca de Cinco Villas fue pionera de la implantación de maquinaria
agrícola en España Por supuesto que Erla fue parte de esa
circunstancia. Esto facilitó que la agricultura se modernizara y se
adaptara a la nueva situación, siendo el propietario de las tierras
el que las cultiva, siendo así sostenible.
La
II fase del Canal de Bárdenas supuso para la agricultura erlana una
transformación total. Se han adaptado la mayor parte de las tierras
a los cultivos de regadío
Coincidiendo
con esta reestructuración de la actividad agrícola se ha ido
produciendo el fenómeno del abandono del la actividad de la
ganadería ovina, sustituyéndose por la ganadería porcina,
que
constituye un buen complemento para los agricultores.
b)
Modernización
del pueblo.
Este
cambio en cuanto a la demografía y a la actividad económica en el
último cuarto del siglo XX, ha venido acompañado de una
transformación profunda en cuanto a infraestructuras y calidad de
vida.
Entre
los años 70 y 80 se instaló la red de agua potable y
alcantarillado, se asfaltaron las calles, se mejoró la iluminación
de las mismas, se construyeron instalaciones deportivas, como el
campo de fútbol y las piscinas municipales (1982). Se restauró una
gran parte del patrimonio histórico de Erla: la Iglesia de Santa
María la Mayor, la Torre del Señorío y la ermita de la Corona.
Las
casas se fueron adecuando a las nuevas tendencias y necesidades.
Se
adaptaron las escuelas (construidas en los años 50) a la realidad
demográfica, concentrando servicios comunes de las Cinco Villas
Orientales en el C.R.A. Monlora .
También,
en los últimos años del siglo , se habilitó el antiguo cine como
Casa de Cultura, se construyó el pabellón polivalente, se cambió
de ubicación el ayuntamiento y se adaptó a las necesidades de hoy.
Se
creó una importante biblioteca, se implantaron los servicios
sociales y se adecuó el consultorio médico, con un servicio más
amplio y eficaz.
En los últimos años, se han realizado actuaciones importantes, como la nueva pavimentación de las calles, el centro de ocio para la Tercera Edad o el nuevo consultorio médico.
ERLA HOY
La
Erla del s. XXI es más o menos, como la he descrito al principio.
Debo
destacar que la población lleva unos años asentada en torno a los
400 habitantes (censados), aunque la población residente todo el
año, probablemente no alcance las 300 personas.
Ayuntamiento
Esta
estabilidad demográfica aparente está amenazada por el
envejecimiento de la población. Probablemente, en pocos años, el
censo de nuestro pueblo va a sufrir un descenso muy importante, ya
que el sector más numeroso es el de los mayores de 70 años. Dentro
de estos, hay un grupo muy numeroso de personas entre 80 y 100 años.
Por
lo demás, Erla es un pueblo activo, inquieto, bastante solidario y
preocupado por estar al día y por las nuevas tecnologías.
A
pesar de su baja población, en verano se multiplica y adquiere vida
que contagia a los visitantes. En los últimos años, hay un buen
puñado de familiasque
han adoptado Erla como segunda residencia.
El
trabajo de la Corporación Municipal, asociaciones y vecinos hace que
esta ilustre Villa de Erla no deje de sorprendernos con sus logros.
A continuación os dejo copia de la revista Suessetania en la que
aparece el artículo sobre la ermita de la Corona de Erla
Un saludo.
José arcadio