Hoy, hemos enterrado a la señora Carmen. Casi no la recuerdo, por los años que ha pasado de enfermedad y los años que yo estuve fuera del pueblo.
A quien sí recuerdo, con absoluta nitidez, es a su marido, el señor Francisco. Fue un personaje
ilustre en este pueblo durante muchos años. Hombre serio, responsable, polivalente, afable y educado, capaz de resolver cualquier problema de quien fuese. Fue, también, eficaz alguacil, brillante cartero, sonoro pregonero, cobrador de recibos del médico, del practicante... y muchas cosas más.
Lo recuerdo, como un buen hombre que, siendo yo un niño, y él cartero, me trajo un album, que venía por correo, en un enorme sobre que tuve que coger con las dos manos. También recuerdo sus regañinas cuando nos sorprendía con los tiradores (tirachinas), cazando pájaros.
Eché de menos un homenaje del Ayuntamiento cuando nos dejó. Pero, hoy, desde este humilde espacio, quiero agradecerle, en nombre de muchos, lo que hizo por este pueblo, del que fue adoptado, pero , quizás, el mejor hijo adoptivo. Allá, donde estés, Francisco Gutiérrez, recibe el reconocimiento de este pueblo al que serviste, hoy que te reunes con tu esposa.
Es de bien nacidos el ser agradecidos. DEP
ResponderEliminar"El recuerdo es un poco de eternidad"
ResponderEliminarAntonio Porchía