jueves, 22 de septiembre de 2011

CASA FERMÍN

Para los que no conocisteis a Fermín os diré que era un gran personaje, a pesar de su baja estatura (No más de metro cuarenta).

Era un hombre bueno y amable, servicial y responsable, hasta el último detalle, con su trabajo.Le gustaba jugar a las cartas ( al guiñote), después de comer y , en este arte, era duro de roer.

Si miráis enfrente de la tienda de Cristina, junto al Plegadero,hay una puerta verde, bastante grande, de madera. Ahí estaba "Casa Fermín". No era su casa, sino una tienda, un ultramarinos completísimo donde podías comprar desde unas alpargatas,  hasta pienso para los conejos o los pollos, pasando por el vino, los licores, las galletas, el aceite, el chocolate, la carne de membrillo, el bacalao, las sardinas de cubo (¡qué ricas!),cuadernos, libretas, lapiceros, gomas y un largo etcétera que sólo él podría recordar.

Fermín era un hombre muy sociable, pero serio para su negocio. Durante años llevó el establecimiento sin muchas variaciones,todo estaba siempre en el mismo sitio, limpio y ordenado, con el mismo olor a sardinas de cubo.

Cuando mi abuelo me mandaba, algunas tardes, a comprar un lata de sardinas para merendar, a Casa Fermín, me entretenía un rato. Me contaba cosas de cuando era joven. Decía que tocaba muy bien la bandurria, pero que, con el tiempo, los dedos se le habían hecho muy gordos y ya no le cabían en los trastes.

Cuando se jubiló, se fue a la Residencia de Ancianos de Jaca, donde vivió hasta su muerte. Me lo encontré, varias veces, paseando por el entorno de la residencia y pude comprobar que era feliz, a pesar de que añoraba Erla.

2 comentarios:

  1. Qué recuerdos... Casa Fermín... era yo un renacuajo y ya me mandaba la Eladia a comprar un paquetico de compuesto para las gallinas.. y yo aprovechaba para comprarme aquellos chicles "Cosmos" con sabor a regaliz que costaban 1 peseta. Dentro del envoltorio buscaba las aeronaves Soyuz, Sputnik, Vostok, Venera, Salyut...

    La verdad es que tenía de todo, recuerdo el sonido de los pies al pisar sobre aquel suelo de madera, nunca se me olvidará.

    Ahora lo único que queda es una vieja puerta verde de madera donde algunas veces se exponen carteles con temas referentes a actividades del pueblo.

    ResponderEliminar
  2. Que gusto volver a leer los recuerdos que tienes de como era Erla en el pasado. Yo no he conocido nada de lo que cuentas, pero de la forma en la que lo haces, me parece que lo estoy viendo, que conozca a Fermín y haber comprado los chicles que dice Rubén, que fuera a la escuela de la Tía Emilia, que jugara en el plegadero y me bañara en el Arba..., Sigue contando y contando más cosas

    ResponderEliminar

No se publicarán comentarios anónimos malintencionados o que contengan insultos