El otoño es la madurez, la madurez de los frutos. Es como si la tierra ya hubiese criado a sus hijos y entrase en celo, de nuevo, para volver a parir en primavera.
En el Plegadero de Erla también hay ambiente de otoño. Escasean los niños y abunda la madurez. Hay una atmósfera triste, pero agradable.
Los vecinos han vuelto a sus tareas cotidianas, los niños, al colegio. El Ayuntamiento funciona con normalidad, pero la gente esperaba el otoño para ver cómo empieza el curso de la nueva corporación municipal. Muchos están convencidos de que ,esta vez, a pesar de la crisis y de los problemas económicos, va a ser una buena legislatura, no por la abundancia, sino por la unión entre los diferentes grupos políticos.
Parece que no hay radicalismos absurdos ni enfrentamientos . Esperemos que sean cuatro años de armonía y buena voluntad.
Es evidente, llega el otoño y la vida parece que se ralentiza en la calle, pero dentro de las casas la actividad continua. Me consta que las mujeres preparan conservas de los diferentes productos que que se han recogido en las ramblas.
ResponderEliminarEs evidente también que todos esperamos ver que el Ayuntamiento sepa solucionar los problemas y carencias que en las zonas rurales tenemos que soportar, esperamos NO "grandes proyectos", los pequeños, esos que hacen la vida más fácil, el que todos tengamos buena cobertura móvil, net, buena recepción de televisión por poner un ejemplo.
Espero que el buen rollo que se respira en el grupo corporativo, llegue también fuera de los muros del Ayuntamiento, y veamos que gracias al esfuerzo desinteresado de sus miembros se consiguen pequeños objetivos pero que son los más gratificantes para el pueblo.
En el parque, yo solo...
ResponderEliminarHan cerrado
y, olvidado
en el parque viejo, solo
me han dejado.
La hoja seca,
vagamente,
indolente,
roza el suelo...
Nada sé,
nada quiero,
nada espero.
Nada...
Solo
en el parque me han dejado
olvidado,
...y han cerrado.
(Manuel Machado)
A mí el otoño es una estación que me encanta. Después de todo el ajetreo del verano volvemos al día a día, y por lo tanto volvemos a echar de menos el pueblo (eso los que no vivimos en Erla). Creo que es la mejor época para darse buenos paseos por la tardes y recorrer parajes del pueblo que durante el verano dejamos algo olvidados, relegados a un segundo plano por la piscina o el parque, entre otros.
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